Sé que esto no es ningún hilo negro, ni nada nuevo, sin embargo el propósito de mi entrada es expresar la desesperación que me provocan los titulares de páginas web, periódicos, revistas y programas de televisión que utilizan estadísticas estúpidas para querer convencer al público de alguna idea absurda, de que compren algún producto o simplemente para entretenernos con un bulto estúpido de desinformación viral. A mí en lo personal me hierve la sangre cuando leo algún artículo que parecía ser interesante y que resulta estar respaldado con una estadística barata y sin fundamentos.
Cuantas veces no han escuchado titulares como:
“Estudio revela relación entre el tamaño de las cejas y la inteligencia de los hombres”
¿El tamaño de las cejas afectará la inteligencia de los hombres? Obviamente no y aunque se intentaran esgrimir teorías genetistas al respecto, es totalmente absurdo creer que las cejas provoquen una diferencia significativa en la inteligencia.
“Estadísticas demostraron que las personas que utilizan ropa de colores son más propensas a padecer diabetes”
¿El color de la ropa que usas podrá provocar diabetes? Para nada, el color de la ropa depende de tus gustos personales y no tiene absoluta relación con el riesgo a padecer diabetes y la deficiencia de insulina y los niveles de glucosa en tu cuerpo.
“Las mujeres que tienen parejas con estudios universitarios son más proclives a contraer cáncer de mama”.
¿Si tu pareja tiene estudios universitarios, puedes desarrollar cáncer de mama? Ahora imagínense si su pareja tuviera post-grados o algún doctorado, es seguro que aparte de cáncer, desarrollan ceguera, cirrosis y Mucopolisacaridosis tipo IV. Por eso lo más conveniente es buscar parejas con la primaria o menos. (¡Obviamente nada de esto podría ser cierto!)
Ninguno de estos “pseudo-estudios” revela información útil, pues los datos utilizados no revelan una relación directa entre causa y efecto, son simplemente producto de la casualidad y son ejemplo de la lógica idiota de la que algunos editores de contenidos gozan y para ello un ejemplo rápido:
José usa ropa de colores.
José es diabético.
Por lo tanto: todos los que usan ropa de colores son diabéticos.Sé que para muchos de ustedes, mis nulos lectores, este tipo de “información barata” no provoca ninguna reacción, pero lamentablemente aun existen muchas personas que en su ignorancia, falta de sentido común o llana inocencia caen en la trampa de creer en este tipo de artículos que en su mayoría se publican para rellenar algún espacio y al mismo tiempo hacer sentir al lector/espectador que aprendió algo nuevo e interesante.
T
ambién es notable que la mayoría de estos titulares vengan acompañados de unrespaldo pseudocientífico, apelando al lugar donde dichos estudios se han realizado (supuestamente). Pero si en realidad instituciones como Harvard o Cambridge están publicando información de este tipo, considero que entonces deberían replantearse la posibilidad de contratar cientificos de verdad en lugar de simios para llevar a cabo los estudios mencionados.
El problema con estas “Estúpidas estadísticas” es que debido a la sobreexposición y tratamiento viral de estos contenidos, los datos absurdos que se publican se convierten gradualmente en parte de la creencia popular y se adoptan como verdades absolutas e incuestionables.
Esto crea un circulo de desinformación que solo fomenta la ignorancia y que en muchos casos puede representar el primer paso hacia la discriminación por “x” condición. Por ejemplo si un estudio revelara que las personas de color son generalmente torpes usando la tecnología, es posible que se les niegue un trabajo donde requieran el uso de computadoras, PDAs, etc. Si otro estudio dijera que las personas de baja estatura suelen ser poco productivas, entonces tendrían menores oportunidades para ser contratadas. Si otro estudio mostrara que la mayoría de los portadores del VIH/SIDA son de rasgos orientales, entonces serian segregados y señalados con acusaciones risibles.
Por ello creo que es de suma importancia que el manejo de la información se haga de manera ética y responsable, pues en muchos casos con el único fin de ganar puntos de rating o aumentar las ventas de ciertas publicaciones o productos, se dan a conocer estos estudios sensacionalistas que no brindan un solo beneficio a la sociedad y nos lleva a la conclusión de que “La ignorancia de la gente, es el mejor negocio.”
Con respecto al manejo ético de la información, en nuestro país (México) se propuso desde febrero de este año (2011) la regulación publicitaria de los productos milagro y su publicidad. Gran parte de la defensa es la “libertad de expresión”, pero dicha libertad se complementaria con “el derecho a la información” el cual a nadie le importa por supuesto, pero que tiene un gran efecto en el manejo de los contenidos.
Es diferentes decir: Un estudio reciente ha revelado que PODRIA existir una relación entre la obesidad y el consumo de paletas tutsi-pop.
En lugar de: Estudio revela que la obesidad es provocada por las paletas tutsi-pop.
De todo esto podemos concluir y determinar 2 cosas importantes:
1. Es importante rechazar sistemáticamente cualquier dato revelado por “encuestas o estudios” de poca credibilidad, de nula lógica y con poco fundamento científico. Hasta que se demuestre lo contrario.
2. La información es un gran poder y recurso. En las manos equivocadas provoca ignorancia, estupidez y esclavitud ya sea física o mental. En las manos correctas puede provocar un cambio sustancial que redefina a la humanidad para bien de todos.